Su nombre era Teresa de Jesús, nació el 28 de marzo del año 1515 en Gotarrendura o Ávila, España; y falleció el 4 de octubre del año 1582 en Alba de Tormes, España.
Estamos hablando de una religiosa que se encargó de fundar las carmelitas descalzas, es decir, de una rama de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, también era una excelente escritora de España. Paso poco tiempo después de morir, para que fuera canonizada, se le dio el título de doctora de la iglesia católica, esto sucedió en el año de 1970 por Pablo VI. Al lado de San Juan de la Cruz, se le considera como Santa Teresa de Jesús en la cumbre de la mística experimental, y es también una maestra de la vida cristiana y espiritual de las más grandes dentro de toda la historia de la iglesia.
Ella misma tiene la oportunidad de relatar en sus escritos, los cuales fueron llevados a su confesor y se reunieron dentro de un libro llamado “Vida de Santa Teresa de Jesús”, el cual nos dice que los primeros años ella era una chica con una gran imaginación, también tenía mucha pasión para todas las cosas que llevaba a cabo. Su padre era un excelente aficionado de la lectura, y esto quizás heredo en su corazón el deseo de poder llevar a cabo este tipo de prácticas, era muy inteligente, aunque apenas tenía entre seis a siete años de edad.
La mudanza espiritual y física
Se tuvo que ver afectada por una enfermedad bastante grave, esto la hizo volver a la casa de su padre y cuando ya se había curado, entonces la llevaron directamente hacia donde estaba su hermana “María de Cepeda”, ella vivía con su marido en Castellanos de la Cañada.
Comenzó una gran lucha consigo mismo, al punto de confesar a su padre que estaba buscando convertirse en Monja, ella estaba segura de que no volvería atrás después de hacerlo. La idea no le pareció a su padre, porque hasta llego a expresarle que mientras el viviera no iba a consentir algo como esto. Teresa dejo la casa de papá y se sometió a un convento de la Encarnación, esto se dio en Ávila y de ahí en adelante profesó desde la fecha 3 de noviembre del año 1534.
Empezó a padecer de desmayos, y también de una cardiopatía que no se había definido, y muchas molestias más.
Cuando transcurría el año 1539, Teresa volvió a recuperarse completamente; la tradición nos dice que esto fue gracias a que San José intercedió por ella. Se alejó un tiempo de los caminos, pero finalmente regreso para poder continuar con lo que Dios quería hacer con su vida.
Oración a Santa Teresa de Ávila
La vida de Santa Teresa de Ávila fue un total ejemplo para nosotros, ya que ella tuvo que soportar adversidades físicas que trataron de sacarla del camino, pero ella regreso para que nosotros pudiéramos orarle y pedirle que nuestro espíritu sea igual al de ella para agradar a Dios.
Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica, querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú quien en la tierra ardió con un amor tan intenso hacia tu Dios y mi Dios y ahora iluminas como una llama resplandeciente en el paraíso, obten para mi también, te lo ruego, un destello de ese mismo fuego ardiente y santo que me ayude a olvidar el mundo, las cosas creadas, aún yo mismo, porque tu ardiente deseo era verle adorado por todos los hombres. Concédeme que todos mis pensamientos, deseos y afectos sean dirigidos siempre a hacer la voluntad de Dios, la Bondad suprema, aun estando en gozo o en dolor, porque El es digno de ser amado y obedecido por siempre. obten para mí esta gracia, tú que eres tan poderosa con Dios, que yo me llene de fuego, como tú, con el santo amor de Dios. Amén.
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