La parábola de El siervo fiel y prudente

En la parábola de El siervo fiel y prudente Jesús les habla a sus discípulos como siempre lo ha hecho, porque enseñarles a través de la palabra era costumbre, los discípulos oían atentos a todas las explicaciones que les daba.

Entender muchas veces las palabras sabias venidas de la boca de Jesús, nuestro salvador, muchas veces es un tanto complicado, pero no imposible, ya que Dios a través de su palabra dejaba ver mucha sabiduría, pero al mismo tiempo nos da el entendimiento para comprenderlas.

Así pues, que en esta oportunidad en Mateo 24: 45-51, el Señor Jesús también nos habla para hacernos reflexionar sobre El siervo fiel y prudente, sobre esta parábola dicha a sus discípulos hablaremos seguidamente.

Enseñanza de la parábola de El Siervo fiel y prudente

En esta parábola del El siervo fiel y prudente, qué enseñanza nos deja Jesús a través de estas dos hermosas virtudes, como lo son: la fidelidad y la prudencia; estas dos palabras encierran  conceptos que son ante los ojos de Dios esenciales para esperar sin desesperar.

Además, que los dos valores  que están fusionados, pues cuando somos fieles a alguien también somos prudentes para actuar con sensatez.

Entonces cabe preguntarnos ¿A quién Jesús llamó el siervo fiel y prudente? Será que Jesús nos dice que debemos tener la confianza y lealtad en él, que en el día postrero vendrá, y que esa espera debe ser prudente y sensata.

Cuando la persona tiene fidelidad hacia Dios, guarda y se conserva intacta a la espera, ni el viento, ni la tempestad podrá derrumbar su cimiente, pues la calma siempre prevalecerá, pues sabe que Dios a quien ha puesto por su habitación, le dará un premio por la lealtad y la buena espera, sin desesperarse aún en la adversidad.

Asimismo, dichosos serán los que cuando venga el Señor, permanezcan fieles y prudentes en la espera, más aquellos que se angustian y en su corazón dijeren palabras de incredulidad y actuar de manera que equivocada, entonces cuando venga el Señor lo castigará, pues no fue fiel ni tampoco prudente, dejándose llevar por su desconfianza.

Debemos cada día actuar como si el Señor nuestro Dios fuere a venir en cualquier momento, porque así fue escrito que su venida será como ladrón en la noche y nadie sabrá la hora en que vendrá.

Permanezcamos atentos, mantenernos fieles a su enseñanza, actuando siempre con la fe por delante y teniendo la certeza que cuando sea el momento, llegará y estaremos listos para recibirlo.

La parábola de El siervo fiel y prudente versículo:

Mateo 24:45-51

45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?

46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.

47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.

48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;

49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,

50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,

51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

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