La parábola de Las diez vírgenes

En la parábola de las diez vírgenes, Jesús cuando se dirige a sus apóstoles, lo hace en forma de consejo para que estén atentos en el momento en el que se produzca la venida del Hijo del Hombre, ya que nadie sabe con certeza cuándo se produciría la llegada.

Todas las enseñanzas de Jesús a sus Apóstoles fueron a su vez una preparación para que enseñasen a las futuras generaciones que venían después de ellos a estar luz a visor, es decir atentos a la llegada del hijo del hombre, de ahí que se dirige a sus apóstoles a través de esta parábola hermosa, por demás.

Desde que estamos pequeños se nos ha enseñado a estar alerta, ya que la segunda venida de Dios está cerca, de ahí que en todas y cada una las parábolas dichas por Jesús a sus discípulos les habló acerca de que se mantengan atentos y siempre listos, y es entonces, cuando hace referencia a las diez vírgenes.

Enseñanza de la parábola de las diez vírgenes

Desde la perspectiva de la enseñanza a través de las palabras, se nos ha mostrado cuán grande fue el amor de Dios hacia nosotros y que ese amor se refleja en haber enviado a su hijo unigénito para que muriera por nosotros, pero en vista de ello, antes de que aconteciera nos dejó muchas enseñanzas entre ellas la Parábola de las diez vírgenes.

Si observamos que había diez vírgenes, cinco de las cuales tomaron sus lámparas, pero no tomaron el aceite para encenderlas en el momento propicio, ese momento sería cuándo llegará el novio, mientras que las otras cinco tomaron cada una su lámpara, y además, tomó el aceite que haría que su lámpara permanecerá encendida.

Así que Jesús nos lanza una advertencia para que no seamos como esas vírgenes descuidadas, que no estuvieron atentas para que la llama de sus lámparas permaneciera encendida.

En cualquier momento puede producirse la venida  de Dios, así que cada momento debemos tener presente de que con nuestras acciones prepararnos a esperarlo con los ojos bien abiertos y atentos, para no ser como las vírgenes que cuando iba a llegar el novio sus lámparas estaban apagadas.

Versículo de la parábola:

Mateo 25: 1-13:

«Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el novio; y las que estaban preparadas entraron con él a la boda; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir».

Como observamos la enseñanza de Jesús es bastante clara, en cuanto a las previsiones que debemos tomar para prepararnos para la venida de su padre, que es él mismo, cuya preparación tiene que ser constante, día con día, buscar siempre al Señor, y estar atentos de que nuestra lámpara permanezca encendida, no vaya a ser que justamente el día en que venga Dios, la lámpara esté apagada, y entonces, él nos desconozca.

Otras parábolas que quizá te interesen

La parábola del buen samaritano
La Parábola de un Reino Dividido
La parábola del rico insensato
La parábola de la levadura
La parábola de la higuera estéril
La parábola de La fiesta de bodas
La parábola de Los dos hijos
La parábola de la higuera en Ciernes
La parábola de El crecimiento de la semilla
La parábola de El fariseo y el publicano
Parábola de los dos cimientos
La parábola de El amo y el sirviente
La parábola de Lázaro y el rico
Parábola de la Red
Parábola de la gran cena
La parábola de Las ovejas y los cabritos
La parábola de Los talentos o las minas
La parábola de El siervo fiel y prudente
Parábola de la oveja perdida


Última actualización:


¡Comparte!

Compartir en Facebook Compartir en Pinterest Compartir en Twitter Compartir en Whatsapp