La Parábola de El Amo y El Sirviente

En la parábola de El amo y el sirviente es pues en la que Jesús relata a sus discípulos acerca del aquél rico que tenía un sirviente que hacía las veces de mayordomo, pero aconteció que fue acusado ante su amo cono despilfarrador de sus fortunas, y es cuando éste decide llamarlo para que le rindiera cuenta de su trabajo.

Así pues, en los versículos de Lucas 16: 1-15, se relata la historia de un hombre que poseyendo grandes fortunas confiando en su sirviente, este lo traicionaba gastándole la  fortuna como mejor le parecía.

Sin embargo, de esta parábola se desprenden varias enseñanzas, y una de ellas, te la vamos a determinar seguidamente.

Enseñanza de la parábola de El amo y el Sirviente

En la parábola de El amo y el sirviente, éste que no sabía hacer otra cosa, decidió valerse de haber estado mucho tiempo al servicio de su amo para que los deudores de su amo lo recibieran en sus casas, por tanto, una vez que se encontraba en casa de los deudores, hizo que estos bajaran considerablemente la deuda que tenían con su amo.

Así al que poseía una deuda de cien barriles de aceite, se las bajo a cincuenta, mientras que a otro que debía cien medidas de trigo se la disminuyó a ochenta, y aunque luego de enterarse el amo de esta jugada hecha por el sirviente  injusto, lo exaltó, ya que actúo de una manera viva y sagas.

Dejando ver que los hijos de esta época son más audaces en trato con el otro, que los que son hijos de la luz, por tanto, ay, de aquél que se aprovecha de unos para enriquecerse,  pues el que gana adeptos a través de las fortunas indignas, pues pretende que cuando el día que les llegue a faltar, le den recibimiento.

Por tanto, Jesús nos demanda a que estemos atentos en todo, inclusive en lo malo, pues si en lo malo no fuiste fiel, entonces que pretendes que se te dé después.

Reflexiones de la Parábola de El Amo y El Sirviente

De manera que, en todo momento se debe actuar con justicia, porque Dios siempre está mirando el corazón en lo más profundo, y aunque actuemos con sagacidad haciendo lo indebido, luego no pidamos justicia en la hora postrera.

Aquel que en lo poco es injusto también en lo mucho lo será, y si no fuimos fieles en las riquezas mal habidas, entonces en lo que realmente cuesta, ¿habrá alguien quien confíe, si no fuiste fiel antes, ahora quién lo garantiza?

Además, ningún sirviente puede servir a dos señores sin que se llegue a detestar a uno de los dos, pues siempre quien sirve y es fiel a Dios, no podrá servir a las riquezas.

Al mismo tiempo que Jesús contaba a sus discípulos todo esto en parábolas, los fariseos que eran avaros, lo que hacían era burlarse  de lo que oían de Jesús, a lo que Jesús les respondió, que lo que para ellos es justificación delante de los hombres y delante de éstos, pasan por noble, para Dios es aversión y abominación.

Entonces, no debemos albergar cosas en el corazón cosas injustas creyendo que engañamos a Dios, pues a Dios nadie lo engaña.

Versículo de la biblia El amo y el sirviente:

Lucas 16:1-15

Parábola del mayordomo infiel

16  Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.

Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.

Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da verg:uenza.

Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.

Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?

Él dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.

Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. Él le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.

Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.

Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.

10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.

11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?

12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?

13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.

14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.

15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

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