La lujuria


La lujuria, es el deseo desordenado de recibir placer sexual. Se es una persona lujuriosa, cuando buscamos el placer sexual en sí mismo, sin importar si es antes o fuera de una unión matrimonial, sin importar que estás ofendiendo por ello a tu pareja, y haciéndolo únicamente por disfrute, sin intención de que la unión sea para lograr el embarazo.

Estos actos son desordenados cuando no son conformes al propósito divino, esto es, dar amor mutuo entre la pareja unida en matrimonio, con el objetivo de lograr descendencia.

La lujuria es a su vez, origen de otros pecados:

-La masturbación, actos homosexuales* (leer aclaración al final del texto) o pornografía.

-La fornicación, esto es, mantener relaciones sexuales fuera de matrimonio.

-La violación, prostitución o pederastia.

El propio catecismo de la Iglesia Católica, en su número 2359 afirma: Las personas homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana

El objetivo de mantener relaciones sexuales es doble, por un lado unir a la pareja, y por otro lograr descendencia, esto debe tener lugar dentro de una unión sagrada de Matrimonio, ya que en caso contrario se debe guardar castidad.

*Si bien en las enseñanzas del catecismo cristiano aparece la homosexualidad como algo ajeno a la propia perfección cristiana; la tolerancia y el amor hacia el prójimo deben imperar en estos casos. El propio Papa Francisco afirmó que «Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿Quién soy yo para juzgarlo?».


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