Para poder discernir y entender la Palabra de Dios necesitamos tener sabiduría, y es algo que clamamos al Espíritu Santo, quien se hace presente en cada llamado nuestro y nos ilumina para comprender y seguir el mandato divino.
San Judas Tadeo es un santo lleno de Sabiduría, la misma que lo condujo por el camino ejemplar y una vida sin mancha, la que lo hace merecedor de un espacio privilegiado y un lugar en el cielo.
Si tan solo entendiéramos que Dios recurre a nuestro auxilio y está dispuesto a ayudarnos, si comprendieramos que debemos despojarnos del pecado y perseguir la santidad, si empezáramos a obrar con un corazón bueno, qué bendiciones pudiéramos recibir. Animemos y sigamos el ejemplo de nuestro Santo.
A continuación la Sabiduría de San Judas Tadeo, octavo día:
La Imitación de Cristo: “Bienaventurado aquel a quien la verdad por sí misma enseña, no por medio de figuras y palabras pasajeras”.
Pongamos a pensar entonces, en la admirable sabiduría que acompañaba a San Judas, una sabiduría que obtuvo iluminado por aquel quien es el Camino, la verdad y la vida.
Lebeo nombre que recibe San Judas en el texto griego de San Mateo, el cual según San Jerónimo significa: hombre de sabiduría e inteligencia, y es que no puede ser menos de un santo que sin ningún reparo demostró a los herejes con fuertes símiles y epítetos, atreviéndose a llamarlos meteoros errantes que pretenden deslumbrar al mundo por unos momentos y terminan en la oscuridad eterna.
Con su testimonio nos llama a la reflexión, a entender que tenemos el gran compromiso de ir creciendo en el amor de Dios y en llevar a nuestros hermanos por el sendero verdadero de la sabiduría celestial, enfocándonos principalmente en aquellos que aún se encuentra en las sobras de la muerte, de la verdadera religión de Jesús, de la ignorancia de las verdades salvadoras, la Iglesia Católica Apostólica, conducida por el príncipe de los Apóstoles, el máximo representante de Dios en la tierra, el Pontífice de Roma, y que por regiones lejanas San Judas Tadeo llevó el evangelio, vuelva a mostrarlo hoy en día donde abunda la ignorancia religiosa y la incredulidad.
Amén.
En este día octavo imploremos a San Judas Tadeo nos ayude a seguir caminando por el camino del bien y recemos un Padre Nuestro y una Ave María, con mucha fe y devoción.
