Oración potente de agradecimiento

Ser hijos de Dios da siempre paz y seguridad a nuestros corazones. Sabemos que él es amoroso y está lleno de bondad. Pero muchas veces no sabemos cómo agradecer por sus bondades y misericordia.

Como hijos buenos, debemos practicar siempre el agradecimiento, sobre todo con él que nunca nos desampara. Pero debemos hacerlo con amor, fe y agradecimiento verdadero, recordemos que él puede leer nuestros pensamientos y los sentimientos de nuestro corazón. Aquí una forma de cómo hacer una oración de agradecimiento a Dios.

Oración potente de agradecimiento:

Señor mío, vengo hacia ti con enorme agradecimiento:

Vengo aquí, mi Dios de amor y bondad.
Porque tu amor es infinito y nunca me has desamparado.
Porque tú, mi Padre bendito y amoroso, has tomado mi mano en cada momento difícil.
Gracias mi amado Jesús, gracias por siempre acompañarme en mi agobio y desesperación.
Tu amor infinitivo y tu gracia hacen de mi un cristiano agradecido

Porque tu palabra es vida, es tranquilidad y satisfacción.
Porque tu infinito amor me ha abrazado en cada momento.
Porque tu bondad ha llenado mi casa, mi familia y mi entorno.
Porque sé que en tu abrigo solo puedo recibir seguridad y fortaleza.

¡Gracias, mi Padre, gracias, mi Dios de amor!

Te agradezco por la comida, por la salud, por mi familia y la vida.
Tu amor incondicional y tu eterna compañía me hacen caminar por el buen sendero.
Te agradezco mi Dios, también por los momentos difíciles.
Por esos que me han hecho recapacitar por lo malo que había en mi vida.
Te estoy eternamente agradecida por tus lecciones, que son una muestra enorme de tu amor.

¡Soy tu hijo, siento tu abrazo en cada bendición!

Aun cuando sé que tu amor es infinito, me cuesta demostrarte mi amor y agradecimiento como se debe.
Tú que diste tu vida para limpiar mis pecados, no te mereces que falle, y aun así tú me perdonas y me amas.

Eres luz, eres esperanza y tranquilidad en mi alma.
Gracias mi Dios por todo tu amor, gracias por el aire que respiro
Te agradezco eternamente por el pan de cada día y por la bendición de tener a mi familia.

Te agradezco por aliviar mis males, por haber escuchado mis peticiones cunado no estaba bien de salud.
Por regalarme un día más de vida.
Por sanar mis heridas.
Por calmar mi llanto.
Por todas las veces que te he fallado y tú, en tu enorme misericordia me has perdonado.
Porque sé que el mundo es pervertido, y tu has enderezado mi camino un millón de veces.
Un millón de veces más me arrodillaré ante ti para agradecerte tu amor eterno.

Gracias, mi Señor, gracias por tu bendición.

Alabado sea tu nombre, Amén.


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