Salmo 11

¿Cuál es el Salmo 11?

1 Del maestro de coro. De David.

Yo tengo mi refugio en el Señor,

¿Cómo pueden decirme entonces:

«Escapa a la montaña como un pájaro,

2 porque los malvados tienden su arco

y ajustan sus flechas a la cuerda,

para disparar desde la penumbra

contra los rectos de corazón?

3 Cuando ceden los cimientos,

¿qué puede hacer el justo?»

4 Pero el Señor está en su santo Templo,

el Señor tiene su trono en el cielo.

Sus ojos observan el mundo,

sus pupilas examinan a los hombres:

5 el Señor examina al justo y al culpable,

y odia al que ama la violencia.

6 Que él haga llover brasas y azufre sobre los impíos,

y les toque en suerte un viento abrasador.

7 Porque el Señor es justo y ama la justicia,

y los son rectos verán su rostro.

El Refugio del Justo

En el Salmo 11 se expresa la confianza ciega que se le tiene a Dios, al poner en sus manos situaciones muy importantes en las que la solución más fácil parece ser rendirse. Una vez más el título le atribuye la autoria a David. Algunos autores creen que esta oración se basa en la vida errante del Rey David, cuando tuvo que huir por el antiguo Rey Saúl. En las circunstancias en las que se encontraba con su familia tuvo que haberse enfrentado con amigos que le pidieran que abandonara totalmente el territorio, pero no quiso hacerlo para no alejarse de las tierras bendecidas de Dios.

El Rey Saúl intenta dar con una lanza al joven David

Dependiendo del punto de vista de quien lo lee, este Salmo 11 podría ser el dialogo entre el salmista y sus amigos más corrientes (pusilánimes) que están alarmados por los peligros que se acercan, mientras que el que reza pone su total confianza en Dios. Los críticos no coinciden en cuál es la división correcta de la plegaria pero es valido supones que está fraccionado en dos partes:

  1. Los amigos que piden al salmista que huya, desde el primer versículo hasta el tercero.
  2. La mejor respuesta que un fiel puede dar, desde el versículo cuatro hasta el sexto.

Lo primero es huir para salvarse de los enemigos, esconderse en las zonas montañosas como si fuese un pájaro atacado por piedras. Se dice que son montañas pues David encontró refugio en ellas cuando Saúl lo perseguía. Los enemigos que tiene el salmista son como cazadores expertos que están esperando por él, son traidores que no tienen ningún remordimiento. Cuando se quebranta la moral y se olvidan las enseñanzas religiosas  ya no se puede esperar más de la sociedad.

La idea que se trata de desarrollar ante los amigos angustiados del salmista, es que si se renuncia a que existe un Juez Supremo no habrá nada que el justo pueda hacer. La lucha es entre el bien y el mal y por eso huir de la batalla no es un opción.

¿Qué dice la segunda parte de salmo 11?

En la segunda parte de la oración explica la transcendencia de Dios, y que los hombre son muy pequeños e insignificantes comparados con Él. No hay manera de que un impío pueda ganar con traiciones, mentiras y trampas, ya que Yahvé lo ve todo desde su trono como el Rey de la creación y el Juez Supremo. La desgracia que pase el justo será la medida de su merito, con está razón el Señor nos prueba y deje que pasemos por los malvados.

Dios observa y juzga tanto a los buenos como a los malos

Su providencia no abandona al justo que es lastimado, ni deja de castigar a quien ataca por malicia. Se recuerda el catástrofe de Sodoma y Gorroma y se habla de una pena que caerá sobre los impíos a raíz del Juicio discriminador. El jefe del pueblo opresor deberá beber del cáliz de la ira y dará a beber a los demás.

Al finalizar el salmo cambia su tono y parece que compara la suerte del justo y del impío. De como aquel malvado le tocara la destrucción, pero aquellos que siguen la Ley divina serán amados por el Señor.

 


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