En cada vecindario están los típicos vecinos que están pendientes de la vida ajena, que viven su día a día criticando al prójimo. Este tipo de vecino puede llegar a ser metiche, irrespetuoso y, a veces, acosadores. Hay muchísimas soluciones para poder irte lejos de ellos, o que ellos se vayan lejos de ti. Varias de estas soluciones no son lo suficientemente efectivas como para realizar dicho querer.
Una vía bastante práctica y muy íntegra es por medio de una oración a San Alejo. Este santo te ayudará a retirar de tu vida a esas personas que viven cerca de ti, y se la pasan molestándote día tras día.
¡Oh!, Beatífico San Alejo,
Que luego de treinta y cuatro años
De la más inclemente penitencia,
Alcanzaste por manifestación del cielo,
El día de tu venturoso fallecimiento,
Escuchar esas apacibles palabras:
«Siervo devoto y caritativo,
Ingresa en deleite de tu Señor»
Haz que a plagio tuyo
Aflija todas mis pasiones
Y trate de copiar tus grandiosas
Y épicas virtudes,
Para que de este modo conseguir
Tu eficaz arbitraje,
La gentileza de desviar los espíritus perversos
Que deseen trastornar mi ser.
Pretendo que mediante Dios, nuestro Superior
Rebase la gracia de no ser seguido
De los maléficos vecinos,
Ni acosado por los enemigos;
Que sean separados de donde yo me encuentre.
Santo Domingo Enérgico,
Santo Domingo Eterno,
Cúbrenos de toda malicia.
Pues Alejo, eres tan heroico
Como el sitial del Señor,
Alejo Santo compasivo, lógrame el favor.
Creo, creo, creo,
Que sucumbiste en un cuchitril húmedo
De tu ajustada casa,
Estabas dormitando en el suelo rígido,
Ni una lamentación emitías
De cena agradable
Alejo, Santo Misericordioso.
Esta honradez está afirmada
Por tu integridad a través de Dios Nuestro Padre.
Quien la utilizare y atribuyese
No sucumbirá de repente y estará libre
De todo padecimiento infeccioso
Y aparta todas las desdichas del hogar.
Amén.