La oración cristiana para la sanación de un familiar, amigo o pareja querida cercana que se encuentra enferma, es una oración de petición para nuestro Señor Jesús, para que milagrosamente él sea quien intervenga entre su salud y su enfermedad, y le dé la bendición a nuestro hermano. Con la siguiente oración, podrás pedirle a Jesús que ayude a la persona por quien pedimos, que se encuentra enferma (bien sea corporal, mental o emocionalmente), y así de esta manera él invada sus pensamientos y los llene de alegría y pensamientos de recuperación divina, para que nuestro Señor Jesús intercede la salud de nuestro compañero enfermo.
A continuación, te enseñaré la oración por la sanación de una persona enferma querida.
Mi querido padre celestial.
Te agradecemos por darnos la dicha de vivir.
Tenemos fe en ti, tenemos confianza en que serás tú quien cure nuestras heridas.
El día de hoy, te pedimos por … (nombre de la persona)
imploro en favor de esta persona para que sea intervenida por tu divinidad,
renueva su salud completamente,
tú eres nuestro doctor divino por excelencia.
Padre mío, renueva cada tejido, cada arteria, cada órgano dañado,
cada hueso fracturado o debilitado, cada articulación que no funcione correctamente,
purifica sus músculos con tu mano bendita,
limpia de toda suciedad el cuerpo de esta persona querida,
en el nombre de nuestro Salvador Jesús y por tu inmenso poder.
Te imploramos señor, que le des fuerzas
a este hermano(a) que ha estado enfermo,
que él(la) tenga firmeza con su fe en ti,
bríndale deseos de una vida alegra,
pon en su mente toda capacidad de pensar en bendiciones,
para que así alejes todo mal pensamiento y todos aquellos
que vengan a molestarlo e incomodarlo.
Acerca a esta persona todos aquellos que quieran apoyarlo,
pero que principalmente seas tú quien lo apoye con tu palabra
para que fortalezcas su espíritu.
Jesucristo, que tu santo espíritu sanador
sea el medicamento de sus heridas,
sana sus dolores y malestares,
te pedimos por tu sanidad para/con ella
por tu cariño y misericordia,
eres tú quien frota su mano curadora
para renovar la salud, das energía
y bendiciones a su cuerpo.
En el nombre de nuestro Salvador, Cristo Jesús oramos, amén.
