Nada que el poder de la Oración no logre. Por eso rezar con devoción, dirigiendo una oración fervorosa y hecha de corazón, nos otorga infinidad de favores. Siempre que quieras hablar con Dios, busca un sitio donde puedas estar tranquilo y tener la más íntima conversación con el más grande y fiel amigo, Papá Dios.
Te invitamos a orar buscando la intersección de San Expedito para resolver las causas extremas y más urgentes en tu vida, donde sin titubeos te abandones en sus brazos. Reúne a tus familiares si así lo deseas y tu oración tendrá aún más fuerza para llegar a su destino, Dios. Nuestro Padre y Redentor del mundo.
A continuación la Oración de 3 días a San Expedito para causas extremas y urgentes:
¡Oh San Expedito gran intercesor a nuestro favor!,
Tú has recibido del altísimo,
La gracia de escuchar nuestras súplicas,
El te ha confiado su rebaño,
En ti buscamos y nos cobijamos,
Para resolver nuestros problemas
Para mitigar nuestras necesidades,
Aquellas que con nuestra debilidad no podemos soportar,
Y que es de imperiosa ayuda resolverlas urgentemente.
Muchos en ti buscamos auxilio,
Cual mujer que desesperada está,
Aquel hombre acongojado y sin esperanzas,
Los jóvenes que luchan por un mañana,
Y los pequeños niños con inocente mirada,
A ti dirigen su ruego,
En ti esperanzados, todos anhelamos,
Pronta solución.
Ante las injusticias vividas en las cárceles,
Con los dolores del cuerpo en los hospitales,
Con nuestros ancianos carentes de amor,
Con cuantas personas enfrentando la adversidad,
Una familia sin techo para refugiarse,
Un empleado sin su trabajo,
Y un hombre que a lo lejos viene buscando tu luz.
Ilumina nuestro camino,
Enciende ya nuestra ilusión,
Ven, ven a nuestro auxilio,
San Expedito de mi corazón,
Amén.
Primer día:
Lagrimas salen de mis ojos,
Angustia y desesperación,
Mi alma clama tu ayuda,
Hoy no tengo ya más fuerzas,
Llegue a ti mi San Expedito,
El grito de mi dolor,
Y que tu intersección no me quede yo esperando,
Sé que mi trabajo en tus manos hoy te confió,
Ayúdame de corazón a que diariamente,
Con toda mi dedicación y honestidad,
Lo cumpla cabalmente y a mi hogar,
Pueda llevar lo que tanta falta hace,
Y que sin dudar pueda agradarte,
Tú que siempre me cuidas,
Oye mi petición.
Amén.
Segundo día:
Qué oscuro está este día,
Mis ojos no ven claridad,
Mis enemigos me persiguen,
Me atacan sin piedad.
Te busco hoy nuevamente,
Mis ojos no ven claridad,
Me tienden una trampa,
Mi espalda siente dolor,
Es la flecha de la hipocresía,
Es la falta de prudencia,
Y es que en este momento,
Ni las fieras más peligrosas,
Pueden entorpecer mi caminar,
Porque tu mi amado San Expedito,
Paras a todo el que me quiera hacer mal,
Frena sus malas intenciones,
Me cubres y me enterneces,
Dame pronto tu bendición,
Amén.
Tercer día:
¡Oh Glorioso San Expedito!,
Tu valentía se puede sentir,
Por algo el Altísimo te eligió como su servidor,
Para ti no hay un freno ante el mal,
Tú lo has podido todo,
Entre las más duras tormentas,
Entre los más crueles y despiadados hombres,
Pudiste derribar la maldad,
Limpiaste el monte seco,
Regaste las flores secas y marchitas,
Empezaron nuevamente a brotar,
De los más áridos terrenos,
Almas con caridad y con amor fraterno,
Porque tú lo puedes todo,
Y todo en Dios es posible,
Ruega por nuestro pueblo,
Ruega por todos los niños del mundo,
A ti Oh Glorioso San Expedito, te lo imploramos.
Amén.
Al finalizar cada día la oración correspondiente, rezamos un Padre Nuestro y una Ave María, con la convicción de que nuestro favor será escuchado.
