Hoy se conmemora la obra de San Pedro Nolasco, amado y memorable fundador. Entregado a la misión de Dios, el noble San Pedro se preparó para difundir la palabra de Dios, apoyando a las nuevas almas devotas hacia la causa de nuestra Iglesia. Para muchos entendidos, el compromiso de San Pedro destacaba contra lo extremista de su época, evitando sucumbir ante las amenazas de los infieles, quienes buscaban atrapar a nuestros fieles santos.
Como fundador de la legendaria Orden de Virgen María Bienaventurada, el apasionado Pedro buscaba la redención de los encarcelados. Bajo el cuidado de Dios, el santo propuso guiar a nuevos caminos a las numerosas almas atormentadas, quienes veían en el padre un refugio del pecado pasado. Incluso le alabaron como un emisario de Cristo. En algunas ocasiones, al santo lo han confundido como un nativo de Barcelona, sin embargo, ha sido desmentido.
El camino liberador de San Pedro Nolasco
Desde joven, San Pedro observo la desdicha de los fieles cristianos, sin comprender el daño a tan amorosa misión. Con los años pasando y la evolución natural de su espíritu, el santo estallo en una revolucionaria ola de liberaciones. Con la iluminación de Dios, San Pedro libero a miles de prisioneros, buscando la redención contra las persecuciones violentas, nunca perdió esperanza de producir un cambio para las miradas generales de los paganos.
La recompensa para la virtuosa misión
Buscando el ansiado cambio, fueron cientos de ex perseguidores en busca de nuestro padre San Pedro Nolasco. Como recompensa, el santo observo a la virgen María, una aparición histórica e incluso, la misma virgencita le invitaría a fundar la orden sagrada. Finalmente, el culto de San Pedro Nolasco se basó en los hermosos principios del padre, su castidad, la humildad de su corazón y la fiel obediencia ante el Señor.
Santoral del día 29 de enero
Además de festejar la obra de San Pedro Nolasco, esta ocasión también celebra la misión de numerosos compañeros cristianos. De fiel compromiso, estos son algunos de los más destacados:
- San Afraates, noble eremita
- San Sulpicio Severo, gobernante obispo
- Beata Boleslava Maria Lament, apasionada virgen
