San Martín de Braga, también conocido como San Martín Dumio fue un obispo del siglo VI que es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Educarse en la fe
San Martín de Braga nació hacia el año 510-520 en Panonia, que en la actualidad es Hungría. Pertenecía a una familia romana que le proporcionó una buena educación.
Desde muy joven se sentía atraído por la lectura, y esto lo llevó a interesarse por la vida religiosa. De manera que ingresó al clero y quiso vivir su fe de una manera más personal, por lo que tomó la decisión de ir a Palestina para conocer la Tierra Santa donde caminó Cristo.
Allí permanece por unos años, y luego parte al reino de los francos, donde conoce a los suevos. Está en contacto con el Reino de los suevos y se propone a convertirlos de su arrianismo haciendo apostolado, los cuales estaban ocupando en ese entonces la localidad que actualmente es Braga.
Predicar el Evangelio de Dios
Logró que el rey y todos los ciudadanos se convirtieran al catolicismo al haber participado del milagro de curación del hijo del rey.
Otra de sus grandes obras fue la fundación del monasterio en Dumio, muy cerca de Braga, donde trabaja como monje para continuar en su servicio a Dios.
Este lugar se convirtió en un punto de referencia de la localidad en cuanto al cristianismo. Unos años después, es nombrado Arzobispo de Braga, donde se enfoca en predicar la Palabra de Dios al pueblo.
Fue conocido por haber sido un gran teólogo y escritor, ya que muchos de sus escritos fueron muy influyentes.
Murió hacia el año 580 en Braga después de haber sido un excelente ejemplo para muchos de los obispos de su época, y por su gran labor es considerado como el «Apóstol de los Suevos».
