San Martín I Papa y Mártir, es el Santo que celebramos el 13 de abril. Sin haber certeza de su fecha de nacimiento, se tiene de origen italiano, nacido en Todi, región de Umbría. Fue elegido Papa de la Iglesia Católica en el año 649, como sucesor del Papa Teodoro I.
La vida y trayectoria pontificia de San Martín I es una alegoría al martirio y sufrimientos que debió padecer este destacado mártir cristiano, por mantener la defensa de sus convicciones religiosas y respeto a las sagradas escrituras.
El temple de San Martín I y determinación, lo llevaron a conformar y convocar el Concilio de Letrán (también conocido como primer o segundo Sínodo Lateranense) tras la muerte de su antecesor, Teodoro I, enfrentando y condenando de forma decidida el monotelismo impuesto en Constantinopla como solución de compromiso entre la ortodoxia cristiana y el monofisismo.
Esta rebeldía genero un mortal enfrentamiento con el Emperador Constante II quien ordenó hacer prisionero a San Martín y procesarlo como usurpado del cargo pontificio además de ser depuesto como Papa y juzgarlo bajo los cargos de hereje y enemigo del estado. Fue entonces condenado a muerte el 17 de septiembre del año 654, tras haber permanecido por espacio de 15 meses en un constante martirio, previo a su proceso y condena a muerte, proceso durante el cual fue degradado públicamente, desnudo, expuesto al frío, encadenado y encerrado en la celda reservada a los condenados a muerte.
Su condena a muerte fue conmutada al destierro en la ciudad de Crimea en Ucrania, a la cual le hicieron partir secretamente el 26 de marzo del 655, donde, además del destierro, continuó sufriendo por el hambre y el abandono más absoluto durante cuatro meses más, hasta cuando la muerte le llegó, agotado en el cuerpo, pero no en su fe, el 19 de septiembre del 655. “Hagan de mí lo que quieran; cualquier clase de muerte será un bien para mí”. Terminó por murmurar tras tan prolongado martirio.
