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Evangelio del día 05-11-2017, el Evangelio de hoy

Evangelio del Domingo, 05 de Noviembre de 2017:

Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 05 de Noviembre del 2017: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.

Primera lectura

 Malaquías 1, 1-14

Oráculo. Palabra del Señor a Israel por medio de Malaquías.

¡Yo los he amado!, dice el Señor, y ustedes dicen: «¿En qué nos has amado?». ¿Esaú no era el hermano de Jacob? –oráculo del Señor–. Sin embargo, yo amé a Jacob

y aborrecí a Esaú. Yo hice de sus montañas una desolación y di su herencia a los chacales del desierto.

Si Edom dice: «¡Hemos sido destruidos, pero reconstruiremos nuestras ruinas!», así habla el Señor de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo demoleré, se los llamará «Territorio de maldad» y «Pueblo contra quien el Señor está enojado para siempre».

Ustedes lo verán con sus ojos y dirán: «¡Grande es el Señor, aún más allá del territorio de Israel!».

El hijo honra a su padre y el servidor teme a su señor. Pero si yo soy Padre, ¿dónde está mi honor? si soy Señor, ¿dónde está mi temor?, les dice el Señor de los ejércitos, a ustedes, sacerdotes, que desprecian mi Nombre. Y ustedes dicen: «¿En qué hemos despreciado tu Nombre?».

Presentando sobre mi altar un alimento manchado, Y ustedes dicen: «¿En qué te hemos manchado?». Diciendo: «La mesa del Señor es despreciable».

Cuando ustedes presentan un animal ciego para el sacrificio, ¿no están obrando mal? Y cuando presentan un animal rengo o enfermo, ¿no están obrando mal? Ofrécelos a tu gobernador, a ver si te recibe bien y se muestra favorable, dice el Señor de los Ejércitos.

Y ahora, aplaquen el rostro de Dios, para que él tenga piedad de nosotros. Todo esto viene de las manos de ustedes, ¿acaso él se les mostrará favorable?, dice el Señor de los ejércitos.

¿No habrá alguien entre ustedes que cierre las puertas, para que no enciendan en vano el fuego de mi altar? Yo no me complazco en ustedes, dice el Señor de los ejércitos, y no acepto las ofrendas de sus manos.

Pero desde la salida del sol hasta su ocaso, mi Nombre es grande entre las naciones y en todo lugar se presenta a mi Nombre un sacrificio de incienso y una ofrenda pura; porque mi Nombre es grande entre las naciones, dice el Señor de los ejércitos.

Pero ustedes lo profanan cuando dicen: «La mesa del Señor está manchada, y su alimento es despreciable».

Ustedes dicen: «¡Qué fastidio!» y me provocan dice el Señor de los ejércitos. Cuando traen un animal robado, rengo o enfermo, cuando traen esas ofrendas, ¿puedo yo aceptarlas de sus manos?, dice el Señor.

¡Maldito sea el tramposo que tiene un animal macho en su rebaño, lo ofrece en voto y después sacrifica al Señor uno mutilado! Porque yo soy un gran Rey, dice el Señor de los ejércitos, y mi Nombre es temible entre las naciones.

Salmo

Salmo 130

Canto de peregrinación.

Desde lo más profundo te invoco, Señor,

¡Señor, oye mi voz!

Estén tus oídos atentos

al clamor de mi plegaria.

Si tienes en cuenta las culpas, Señor,

¿quién podrá subsistir?

Pero en ti se encuentra el perdón,

para que seas temido.

Mi alma espera en el Señor,

y yo confío en su palabra.

Mi alma espera al Señor,

más que el centinela la aurora.

Como el centinela espera la aurora,

espere Israel al Señor,

porque en él se encuentra la misericordia

y la redención en abundancia:

él redimirá a Israel

de todos sus pecados.

Explicación del salmo 130

Segunda lectura

Primera de Tesalonicenses 2, 7. 9-13

Si bien, como Apóstoles de Cristo, teníamos el derecho de hacernos valer. Al contrario, fuimos tan condescendientes con ustedes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos.

Recuerden, hermanos, nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de Dios, trabajáramos día y noche para no serles una carga.

Nuestra conducta con ustedes, los creyentes, fue siempre santa, justa e irreprochable: ustedes son testigos, y Dios también.

Y como recordarán, los hemos exhortado y animado a cada uno personalmente, como un padre a sus hijos,

instándoles a que lleven una vida digna del Dios que los llamó a su Reino y a su gloria.

Nosotros, por nuestra parte, no cesamos de dar gracias a Dios, porque cuando recibieron la Palabra que les predicamos, ustedes la aceptaron no como palabra humana, sino como lo que es realmente, como Palabra de Dios, que actúa en ustedes, los que creen.

Evangelio del día

Mateo 23, 1-12

Entonces Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos:

«Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;

ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.

Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.

Todo lo hacen para que los vean: agradan las filacterias y alargas los flecos de sus mantos;

les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,

ser saludamos en las plazas y oírse llamar «mi maestro» por la gente.

En cuanto a ustedes, no se hagan llamar «maestro», porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.

a Nadie en el mundo llamen «padre», porque no tienen sino uno, el Padre celestial.

No se dejen llamar tampoco «doctores», porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.

Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,

porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».

evangelio del dia


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