Hoy se celebra la obra de San Juan Leonardi, hombre religioso de honroso servicio a la iglesia, quien dando a conocer la palabra del Señor como presbítero encontraría oportunidad de enseñar a los niños la gracia de Dios, abandonando su antigua profesión como farmacéutico y empezando un viaje de fortalecimiento espiritual. El esfuerzo de San Juan lo llevaría a fundar una congregación dedicada a restaurar las costumbres de los apóstoles y traer el catolicismo a nuevos lugares.
Nacido en el año 1.541, en Italia, el joven Leonardi destacaba por su fácil entendimiento y elocuencia, siendo educado con valores cristianos y tomando con interés la palabra del Señor, sin embargo, su familia mantenía un negocio farmacéutico al que el muchacho también estaría encargado de dirigir hasta encontrarse con un religioso que le invitaría a tomar lecciones sagradas en secreto. Sin descuidar su responsabilidad, Leonardi obtendría el sacerdocio con facilidad.
El avance espiritual de San Juan Leonardi
Comprometido con su nuevo cargo, el santo recorrería hospitales y lugares donde la fe estaba descuidada, atendiendo las necesidades espirituales de los afligidos al tiempo que encontraba jóvenes que se identificaban con su obra, ganando seguidores rápidamente para establecer un centro de misiones con valor católico. Naturalmente el deseo de ayudar llevaría al grupo de Leonardi a fundar una nueva congregación, la cual lastimosamente seria atacada por motivos políticos.
La verdadera confianza depositada en la fe
Huyendo de su pueblo por confrontaciones políticas, el santo no abandono sus planes espirituales, logrando comprar en secreto una sede para sus hermanos y operando discretamente hasta ser notado por diversas autoridades cristianas, las cuales darían su voto de confianza y le conseguirían el regreso merecido a San Juan, uniendo congregaciones. Trabajando con enfermos de peste, el santo enfermaría y descansaría en el año 1.609, siendo canonizado por Pío XI en el año 1.938.
