San José Obrero. Por ser el día internacional de los trabajadores, la Iglesia Católica decide honrar en este día a San José, cristiano obrero y trabajador, ejemplo de padre y siervo fiel de Dios. Fue esposo de María y padre putativo de Jesús. Lo festejamos el 1 de mayo junto a todos los trabajadores.
En este santo día, celebramos al padre adoptivo de nuestro Señor Jesucristo, San José, quien fue justo, humilde. Trabajaba como carpintero en Nazaret, y además de su ardua labor como trabajador y padre, dedicaba horas de meditación y oración para servir y adorar a Dios en todo momento de su vida.
El 01 de mayo, siendo una celebración anual donde se festeja y celebra a los trabajadores, se ha cristianizado en este día donde honramos y recordamos San José, como correcto hombre cristiano y trabajador que hasta sus últimos días, cumplió diligentemente la voluntad de nuestro Señor.
En el año 1955, el Papa Pío XII, declaró el 01 de mayo como fiesta de San José Obrero. Siendo este un día de fiesta celebrada desde el punto de vista del amor hacia Dios por medio de la laboriosidad y el trabajo honesto. Los derechos para proteger y formar una familia, tal como San José lo hizo durante toda su vida, dedicando siempre su tiempo al trabajo para traerle beneficios a su esposa y el hijo que Dios le había encargado cuidar y proteger.
Santificando el trabajo, honramos la presencia de Dios en nuestros hogares y en nuestra vida. San José es ejemplo de sacrificio por la voluntad de Dios, y en este día, se merece todo el honor que se ha ganado por todas sus labores cristianas, como padre, como obrero y como fiel siervo de nuestro Señor, quien sacó adelante a su familia por responsabilidad propia, y aún así, siempre se dedico al trabajo honesto y humilde, obteniendo como único beneficio la gracia de Dios.
