Santa Gemma Galgani. Nace en Italia, Camigliano, en el pueblo de Bergonovo de Capannori un 12 de marzo de 1878, joven y mística pasionista que veneramos en la Iglesia Católica el día 11 de abril. A los 7 años de edad, pierde a su madre, y años más adelante, a los 18, pierde a su padre, terminando por ayudar a su tía con la crianza de sus hermanos menores.
Desde edad temprana, Santa Gemma ya mostraba signos de su santidad. A la edad de cuatro años, durante una visita a la casa de su abuela, esta la encuentra de rodillas frente a una imagen de la Virgen. Su padre y abuela la observarían extrañados y al preguntar en qué se encontraba, Gemma responde: “Me encuentro rezando el Ave María. Salid que estoy en oración”.
Para esta joven santa, la Eucaristía se convierte en el centro de su vida. Desea recibir a Jesús y la Sagrada Comunión con todo su corazón. Con la edad de 9 años, ya se encontraba confirmada pero sin haber recibido el Sagrado Sacramento debido a su temprana edad. Aun así, sería su confesor, el Obispo de Lucca, Monseñor Volpi, quien termina por concederle su más gran de anhelo al ver la insistencia de la pequeña.
Santa Gemma fue una de las primeras mujeres estigmatizadas del siglo XX. Gemma mostraba las características marcas de Jesús en las manos y pies que solía sufrir por lo menos tres días a la semana durante tres años.
A la edad de 20 años, Santa Gemma comienza a verse delicada de salud, y luego se cura milagrosamente de una peligrosa meningitis, atribuyendo este milagro a San Gabriel de la Dolorosa. Debido a su inestable salud, no sería aceptada como religiosa pasionista, pero aun así, llega a recibir los honores que le corresponden dentro de la Orden.
Fallece de tuberculosis en Lucca, un 11 de abril del año 1903 a la temprana edad de 25 años y llegar a ser luego beatificada por el Papa Pío XI un 14 de mayo del año 1933 y canonizada por el Papa Pío XII en el año 1940.
