San Olegario, Obispo de Barcelona. Fue hijo de una noble familia en Barcelona. Cuando tenía unos 10 años de edad, sus padres lo encomendaron a la catedral de Santa Cruz de la Ciudad Condal, lugar donde comenzaría a recibir su educación. Es el santo que se celebra el día 6 de marzo.
Es nombrado obispo de Barcelona bajo el reinado de Ramón Berenguer III en el año 1116. San Olegario tenía fama entre todos de ser un hombre muy sabio y justo, por lo que el mismo clero y el pueblo de Barcelona, ya habrían insistido en que fuera él quien tomara el puesto del obispo recién fallecido.
San Olegario tendría muy grandes influencias a nivel político. Llegó a ser uno de los mejores consejeros del Ramón Berenguer III y Ramón Berenguer IV, además, participaría de manera incansable durante la renovación por parte de Roma hacia la Iglesia Católica. Es considerado uno de los obispos más importantes que llegó a existir durante la Edad Media, y hoy en día se le considera una de las mayores influencias en la iglesia latina.
Para el año 1125, San Olegario decide emprender una peregrinación a Tierra Santa, teniendo ya 65 años de edad. Su fama y reconocida santidad para entonces, llegaría a estas tierras lejanas, por lo que era tratado con honores por parte del obispo de Trípoli y el patriarca de Antioquía. Para su regreso a España, colabora con Ramón Berenguer III para la fundación de la conocida Orden de los Caballeros del Temple en Cataluña.
Hasta sus últimos años de vida, San Olegario ejercería su carrera con orgullo, honor y total devoción por su vida religiosa. Muere un día 6 de marzo de 1137. Su tumba sería venerada rápidamente como la de un santo. Para el año 1281, el rey Pedro III de Aragón habría solicitado al Papa Martín IV su canonización, aunque esta llegó a ser concedida ya para el año 1675 por el Papa Inocencio XI. Su cuerpo momificado puede contemplarse en la capilla del Santísimo de la catedral de Barcelona.
