San Miguel Febres Cordero. Fue un ferviente católico y educador ecuatoriano dedicado a la vida religiosa, siendo beatificado el 30 de octubre de 1977 por el Papa Pablo VI y canonizado por el Santo Papa Juan Pablo II el 21 de octubre de 1984. Su festividad es celebrada el 9 de febrero.
Bautizado a su nacimiento como Francisco Luis Florencio Febres Cordero Muñoz, San Miguel Febres nació en la ciudad de Cuenca, Ecuador, con una malformación en sus pies, lo cual le impidió caminar hasta la edad de cinco años . Fue a esa edad cuando San Miguel Febres, sintió haber presenciado la aparición de la Virgen María, sobre un Rosal que observaba; aparición mariana que lo llamó y desde entonces comenzó a superar su defecto y caminó. No en vano fue célebre como “el niño de pies deformes que llegó muy lejos.”
Su formación religiosa transcurrió con los hermanos lasallistas, destacándose, además, como extraordinario educador, con grandiosa elocuencia y amenidad en sus enseñanzas, en especial, la que él mas apreciaba: “Preparador de Niños a la Primera Comunión”, de la cual San Miguel Febres se sentía sumamente orgulloso.
San Miguel dedicó su vida eclesiástica a la enseñanza, la atención a los enfermos y ayudar al prójimo; dotado de una gran inteligencia, San Miguel Febres llegó a dominar cinco idiomas y publicó más de 100 libros, siendo admitido, por sus dotes literarias, como socio en la Academia Ecuatoriana de la Lengua, en la Academia de Venezuela y en la de Francia.
Durante el gobierno anticlerical del Presidente Ecuatoriano Eloy Alfaro, San Miguel Febres, (El Hermano Miguel, para los lasallistas) fue exiliado a Francia en 1907, más tarde a Bélgica y finalmente a España, donde tiempo después, fallece de pulmonía en Premia de Mar, Cataluña el 09 de febrero de 1910, fecha que se toma como su festividad en el santoral católico.
