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Evangelio del día 13-10-2017, el Evangelio de hoy

Evangelio del Viernes, 13 de octubre de 2017:

Conoce el evangelio del día, evangelio de hoy 13 de octubre del 2017: Primera lectura, el salmo y el evangelio o palabra de Dios.

Primera lectura

 Joel 1, 13-15; 2, 1-2

¡Vístanse de duelo y laméntense, sacerdotes! ¡Giman, servidores del altar! ¡Vengan, pasen la noche vestidos de penitencia, ministros de mi Dios! Porque se ha privado a la Casa de su Dios de ofrenda y libación.

Prescriban un ayuno, convoquen a una reunión solemne, congreguen a los ancianos y a todos los habitantes del país, en la Casa del Señor, su Dios, y clamen al Señor.

¡Ah, que Día! Porque está cerca el Día del Señor, y viene del Devastador como una devastación.

¡Toquen la trompeta en Sión, hagan sonar la alarma en mi Montaña santa! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el Día del Señor, porque está cerca!

¡Día de tinieblas y oscuridad, día nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no los hubo jamás, ni lo habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas.

Salmo

Salmo 9

Del maestro de coro. Para oboes y arpa. Salmo de David. Acción de gracias por la justicia de Dios

Te doy gracias, Señor, de todo corazón

y proclamaré todas tus maravillas

Quiero alegrarme y regocijarme en ti,

y cantar himnos a tu Nombre, Altísimo.

Cuando retrocedían mis enemigos,

tropezaron y perecieron delante de ti,

porque tú defendiste mi derecho y mi causa,

sentándote en el trono como justo Juez.

Escarmentaste a las naciones,

destruiste a los impíos y borraste sus nombres para siempre;

desapareció el enemigo: es una ruina irreparable;

arrasaste las ciudades, y se perdió hasta su recuerdo

Pero el Señor reina eternamente

y establece su trono para el juicio:

él gobierna al mundo con justicia

y juzga con rectitud a las naciones.

El Señor es un baluarte para el oprimido,

un baluarte en los momentos de peligro.

¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre,

porque tú no abandonas a los que te buscan!

Canten al Señor, que reina en Sión,

proclamen entre los pueblos sus proezas.

Porque él pide cuenta de la sangre,

se acuerda de los pobres y no olvida su clamor.

El Señor se apiadó de mí, contempló mi aflicción;

me tomó y me alzó de las puertas de la Muerte,

para que pudiera proclamar sus alabanzas

y alegrarme por su victoria en las puertas de Sión.

Los pueblos se han hundido en la fosa que abrieron,

su pie quedó atrapado en la red que ocultaron.

El Señor se dio a conocer, hizo justicia,

y el impío se enredó en sus propias obras.

Vuelvan al Abismo los malvados,

todos los pueblos que se olvidan de Dios.

Porque el pobre no será olvidado para siempre

ni se malogra eternamente la esperanza del humilde.

¡Levántate, Señor!

que los hombres no se envanezcan,

y las naciones sean juzgadas en tu presencia.

Infúndeles pánico, Señor,

para que aprendan que no son más que hombres.

Explicación del salmo 9

Evangelio del día

San Lucas 11, 15-26

pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios».

Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.

Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casa caen una sobre otra.

Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque –como ustedes dicen– yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.

Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.

Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.

Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras,

pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.

El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: «Volveré a mi casa, de donde salí».

Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada.

Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio».

evangelio del dia


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