Santa María de la Cabeza. Se desconoce el lugar preciso de su nacimiento. Fue esposa de San Isidro y la santa que festejamos el día 9 de septiembre. Sus padres fueron personas humildes, honestas y muy piadosos, pertenecían al grupo de los conocidos mozárabes.
Esta santa fue un gran ejemplo de esposa, siendo conocida por servir fielmente a su esposo durante sus vidas de matrimonio. Santa María de la Cabeza se ocupaba principalmente de la limpieza del hogar, preparar la comida y todo lo hacía con humildad, amor, paciencia y devoción, siendo siempre de agrado al Señor.
Con su esposo San Isidro, Santa María de la Cabeza era muy unida a él. Le servía en todo y él también le ayudaba constantemente. Parecían una persona compuesta de dos y jamás los verías separados. Luego de criar y formar a su único y primer hijo, María y su esposo decidieron dar inicio a una ilusión que tenían desde hace mucho, que era vivir una vida pura y dedicada únicamente a Dios, por lo que deciden iniciar un camino solitario, quedándose San Isidro en Madrid, y Santa María de la Cabeza va a una ermita cerca de río Jarama.
Se dice que en un momento, unos hombres de impuro corazón, intentaron sembrar cizaña en la relación de San Isidro y Santa María, diciéndole mentiras al santo sobre que su esposa se hacía mala vida con los pastores. Pero San Isidro, que bien conocía la fidelidad y lo buena cristiana que era su esposa, ignoraría tales acusaciones.
Durante sus últimos años de vida, ya habiendo fallecido su esposo, Santa María vuelve a Madrid, realizando notables obras como santa que fueron muy reconocidas, apreciadas y respetadas por todos. Finalmente, regresa a la casa de su querida Virgen, lugar donde muere llena de méritos. Hoy sus restos son venerados en Madrid, y muchos dicen que realiza diversos milagros a los fieles.