Hoy se conmemora la obra de San Pedro Claver, dedicado religioso encargado de difundir la palabra del Señor bajo la ocupación de presbítero en la Orden de la Compañía al servicio de Jesús, actuando con abnegación y rechazando las comodidades durante más de cuarenta años de trabajo cristiano. En vida se le permitió la magnífica hazaña de bautizar y cuidar cientos de esclavos negros e incluso dar el sagrado bautizo a casi trescientas mil personas.
Nacido en el año 1.580 y proveniente de Colombia, era desde niño un individuo de alta capacidad intelectual y una característica fuerza espiritual, por lo que pronto se desenvuelve con gracia en los estudios obteniendo méritos hasta cumplir los veinte años y obtener su rango de novicio en la comunidad de Tarragona.
El refuerzo en la dirección de San Pedro Claver
El camino del joven Pedro se encontraría con san Alfonso Rodríguez, un humilde servidor portero en un colegio que Pedro debía visitar, ganando de Alfonso un refuerzo en su opinión para ayudar a los necesitados, obteniendo mayor consciencia sobre los cientos de individuos que pedían ayuda espiritual, aconsejándole también sobre los lugares que podría visitar. El joven termina convirtiéndose en sacerdote para el año 1.615
La lucha contra la esclavitud y el reforzamiento espiritual
Durante los años en que el padre se formaba, una crisis de esclavitud se podía contemplar en manos de viles señores que traficaban cientos de personas. San Pedro Claver trataría a los esclavos que llegaban a Cartagena, guiando a las pobres almas y asistiendo heridas grotescas de forma milagrosa. Finalmente, el padre partió en el año 1.654 y sus caritativos trabajos le hicieron santo en el año 1.888 por el papa León XIII, haciéndolo también el patrón de la tierra colombiana.
