Hoy se conmemora la obra del Beato Carlos Liviero, reconocido por sus tareas como obispo y participar en la fundación de la congregación de las Pequeñas Sirvientes del Sagrado Corazón de Jesús. Nacido en el año 1.866 en Italia, fue el hijo mayor de cuatro hermanos, viviendo una infancia tranquila e interesándose por el catolicismo, logro obtener el sacerdocio en el año 1.888 preparado y dispuesto a dar el mejor esfuerzo, mostrándose comprometido con el celo pastoral.
La dedicación del beato con su fe era tal, que podía observar con facilidad el nivel de necesidad espiritual y material de los que solicitaban su ayuda, al notar estas carencias su compromiso se incrementaría con la predicación, el evangelio y el trato adecuado para administrar sacramentos. El beato Carlos, al notar que no existían muchas instituciones católicas, decide trabajar por su cuenta para aportar a la población local, en especial el atender a los niños necesitados.
El programa pastoral del Beato Carlos Liviero
Para el beato la misión de ayuda para los necesitados siempre fue una prioridad, al punto de iniciar una congregación que colaboraría con muchachas voluntarias y así incrementar la cantidad de obras de caridad realizadas, sin embargo, esta comunidad no conseguiría ser aprobada y el beato daría todo de sí para ayudar a todos a su alrededor, ayudando durante más de diez años a congregaciones, fundaciones y ordenes parroquiales obteniendo el cargo de obispo en el año 1.910.
La preocupación por la fe
La divulgación de la religión era muy importante para el beato, en su vida promovió la prensa religiosa, bibliotecas e incluso la construcción de un colegio, un cine y finalmente fundo su propia Congregación. Partiendo en el año 1.932, su vida fue beatificada por Benedicto XVI en el año 2.007
