San Estanislao de Cracovia. Fue un sacerdote polaco, nacido en el año 1030, que ocupó el obispado de Cracovia de 1072 hasta su muerte en 1076. Destacó por su estricto celo en conservar las tradiciones de la iglesia, su disciplina y obligaciones pastorales. Falleció por razones políticas, en defensa de su autoridad eclesiástica. Es el santo que conmemoramos el 11 de abril.
San Estanislao, fue descendiente de una familia cristiana de origen noble que, debido a su prolongado tiempo de matrimonio sin lograr hijos, cuando Estanislao les fue enviado, lo consagraron a Dios. Se ordenó sacerdote, fue canónigo, archidiácono de Monseñor Lamberto Zula y finalmente, tras la muerte de Zula, fue designado Obispo de Cracovia en 1072.
Durante su episcopado, de 1072 a 1076, fueron muchos los enfrentamientos que tuvo San Estanislao, con el entonces gobernador de Polonia, el Rey Beleslao II, cuyo perfil de gobernante temerario, cruel y extremado en sus decisiones, causó disgustos, especialmente por disputas por razones políticas. No toleraba San Estanislao las prácticas crueles del gobernador y, este a su vez, en represalia, imputó al santo, problemas acerca de tenencia de tierras.
Estas disputas, a pesar del espíritu de bondad cristiana que profesaba San Estanislao, le llevaron al extremo de ordenar, desde su fuero eclesiástico, la excomunión del Rey Beleslao, quien, enfurecido, ordenó a sus soldados, capturarle y asesinarlo. Los soldados, se negaron a ejecutar esa orden, quizá apercibidos de la tolerancia y aceptación que este santo cristiano tenía entre los pobladores, el reino y el clero.
Ante el fracaso de su despiadada orden, El Rey Beleslao, empuñó él mismo su espada y dio muerte a San Estanislao. Esto ocurrió durante una misa que oficiaba este buen cristiano, el 11 de abril del año 1076. Luego, como si hubiese sido poco el crimen atroz cometido contra un representante de la iglesia, el Rey Beleslao ordenó descuartizar el cuerpo sin vida de este santo.
El martirio de San Estanislao de Cracovia no fue en vano. Una muerte sin más propósito que la venganza y el resentimiento, generó entre el pueblo ferviente cristiano de Polonia muchos disturbios e inestabilidad, al extremo que desmoronó el reinado ya cuestionado de Beleslao, quien se vio forzado a huir a la corte de Hungría donde gobernaba su primo Ladislao I.
