San Marino. Fue un soldado perteneciente a la legión del Imperio Romano, que profesaba la fe cristiana, aunque pertenecía al ejército e incluso, fue promovido a la categoría de centurión. Por causa de profesar su fe, fue delatado por un compañero de legión y fue sometido al martirio y ejecutado. Es el Santo que conmemoramos el 3 de marzo.
San Marino, nació en la región de Cesárea, actual Israel, pero no se tiene certeza sobre su fecha de nacimiento. Su función dentro de la legión romana, no escapaba de una actividad común a la de cualquier soldado, pero con la particularidad de haber conocido de la existencia de Jesús y de sus enseñanzas, las cuales llevaba en su corazón y su conciencia espiritual, estaban inclinadas a la fe cristiana.
Resultó que San Marino, descendiente de una noble familia de Cesárea, se había destacado por su servicio en el ejército de la legión romana, al punto de haber sido promovido al grado de centurión, una categoría de mando estratégico y operativo, así como administrativo, que solo le era otorgada a servidores destacados por sus habilidades, moderación y capacidades.
San Marino, al igual que muchos otros en el servicio legionario, tenía muchos rivales que seguramente envidiaban su posición destacada, siendo entonces acusado de cristiano, lo cual, para la época, era visto como un acto de traición al emperador.
Siendo cristiano, San marino no merecía los honores de un ascenso y posición de este rango de la legión romana. Fue entonces llevado ante el gobernador Aqueo, quien, luego de interrogarlo, ardió en cólera cuando le fue revelado que, en efecto, San Marino profesaba la fe cristiana.
Ante su valiente confesión, San marino fue condenado a morir martirizado y decapitado, lo cual le valió su posterior elevación a la santidad, por su valentía y martirio en defensa de su fe.
Su cuerpo sin vida fue entonces envuelto y llevado a sepultar por el Senador Romano Asterio de Cesárea, quien, por haber ejecutado semejante afrenta imperial, fue igualmente condenado al martirio. San Marino, fue ejecutado en el año 262, en el mismo lugar de Cesárea donde vivió.
