San Carlos de Sezze. Franciscano italiano que nace en el año 1613, conmemorado como santo de la Iglesia Católica el día 25 de septiembre. De pequeño, sus padres le harían abandonar sus estudios, luego de que por faltar una lección, uno de sus maestros le daría una gran paliza.
La familia de San Carlos de Sezze era realmente pobre. Luego de abandonar la escuela, tuvo que comenzar a trabajar en el campo siendo aún muy joven para poder ayudar a su familia. Se dice que un día mientras cuidaba a los bueyes que araban el campo, unas aves espantarían al ganado y estos arremetieron contra él, se sabe que el joven Carlos estuvo a unas décimas de morir; pero en aquel instante, se encomienda a Dios, y le ruega que lo salve, a cambio, San Carlos de Sezze seguiría la vida religiosa.
Saliendo ileso de aquel evento, Carlos cumple con su promesa a Dios, y al día siguiente, ve a un grupo de religiosos franciscanos, a quienes pide que le ayuden para poder ingresar en aquella comunidad, y poder iniciar su vida religiosa. De esta forma, San Carlos de Sezze es invitado a viajar con el grupo hasta Roma, para conocer al Padre Superior.
Ya siendo religioso, se sabe que en una ocasión, el superior quien quería probar la gran obediencia que siempre destacó a San Carlos de Sezze, vio la oportunidad un día en el que unos bravos bueyes embestían a cualquiera que se les atravesara en su camino, así que le ordena al santo atraparlos y sacarlos del camino. Así el obediente Carlos, se dice que lanzó una bendición sobre los toros, quienes mansamente se dejaron capturar, y esto provocaría la admiración no sólo de todo el pueblo, sino de sus propios superiores, dejando ver en ese precioso instante, todos los dotes santos que poseía Carlos.
