San Bononio de Lucedio. Abad benedictino, conmemorado como santo de la Iglesia Católica el día 30 de Agosto. Nace en Bolonia a mediados del siglo X, y cuando la edad se lo permitiera, se establece en Egipto, muy cerca del Cairo, donde se dispuso a vivir una vida eremítica.
Fue muy reconocido durante toda su vida, como un hombre justo y humilde. San Bononio era muy piadoso, y se desvivía por ayudar a los más necesitados, además ser un hombre muy devoto, el cual dedicaba largas horas a la oración, la penitencia y la meditación. Constantemente pedía por el pueblo, y colaboraría en el alzamiento de numerosas iglesias para los cristianos fieles.
En aquel entonces, Pedro, quien era para el momento el reconocido obispo de Vercelli, sería capturado por grupos árabes, al momento que se daba la derrota de Otón II en Stilo. San Bononio, quien era de espíritu luchador, se interesa por su liberación, la cual se concretó completamente hacia el año 990, año en el que Pedro puede volver a su querida nación, y reconoce las labores de San Bononio, además de ver el espíritu cristiano y santo que este ya poseía. En su honor y para agradecerle su cristiana labor a San Bononio, quien ya habría abandonado su vida eremítica en el Sinaí, termina por nombrarlo abad del monasterio de Lucedio.
Se dice que por un tiempo, este santo se daría la tarea de emprender un viaje cristiano, llegando primero a la Toscana, y también se tomaría el tiempo de visitar su tierra natal, donde se cree realizó muchísimos milagros que todo el pueblo agradecía, y lo reconocían ya para entonces como un verdadero santo.
Muere un 30 de agosto del año 1026, y es recordado por sus grandes obras y servicios a la Iglesia Católica, durante una época que no fue nada fácil para los cristianos. Sus labores fueron reconocidas por el Pontífice Juan XIX.
