Santa Sabina de Roma. Fue una noble mujer romana que se convierte al cristianismo gracias a una esclava cristiana que ella tenía, conocida como Santa Serafia. Se dedicaría de manera apasionada a cuidar pobres y a dar limosnas. Acostumbraba a visitar a enfermos, ancianos y presos, y fue acusada ante el prefecto de Roma, Helpidus, quien la condena a morir decapitada. Esta es la santa que conmemoramos el día 29 de agosto.
Muy poco se conoce sobre la vida de esta santa, pero se asume que fue una noble pagana, quien tendría nupcias con un senador romano, de nombre Valentino. Tenía además una esclava cristiana, de nombre Serafia, quien llama la atención de la humilde Sabina cuando esta comienza a descubrir la vida religiosa de su esclava.
Sabina se bautiza dentro de la fe. Acudía de manera clandestina a sus misas y también oraba en secreto en su hogar. En los servicios religiosos que asistía en las catacumbas de Roma, conocería a mucha gente que estaba también en su misma clase social, quienes recién descubrían su amor a Cristo.
Resultó entonces que un día, Serafia es capturada por las autoridades romanas, quienes en aquel momento, tenían la orden de capturar, torturar y perseguir a los cristianos, y entonces es condenada a morir por negarse a abandonar su fe en el Dios verdadero. Tiempo después, las autoridades se presentan ante Sabina para que esta sufra el mismo destino.
Finalmente, Santa Sabina es capturada y enviada al prefecto Helpidus, quien ordena la muerte de la santa. Es decapitada y todos sus bienes son confiscados. Unos cristianos la entierran en una tumba que ella misma habría creado para enterrar a su fiel y querida sirvienta Serafia, a quien le guardó mucho cariño, principalmente por ser quien la impulsara a descubrir si verdad y comenzar su camino dentro de la fe verdadera.
