San Altfrid de Hildesheim. Conocido también como San Alfredo de Hildeseheim en castellano, es el santo que conmemoramos el día 15 de agosto. Llegó a convertirse en obispo de Hildesheim y nace en Colonia en el año 800.
Muy poco conocimiento se tiene sobre su vida y obras pasadas. Se sabe que San Altfrid se convirtió en el cuarto obispo de Hildeseheim, ubicado en Hannover, Sajonia, y su consagración se realizaría por el año 845. Según se cuenta entre la comunidad cristiana, fue un hombre de humilde corazón, un gran sentido de la responsabilidad, y por sobre todo, lleno de amor infinito hacia Dios que siempre intentaba compartir con todo aquel que llegara hablar con él.
Una de las más grandes obras de San Altfrid, fue lograr pacificar las facciones carolingias, quienes se encontraban en gran conflicto en aquel tiempo, teniendo todas el deseo codicioso de controlar el imperio.
Entre otras cosas, San Altfrid consigue fundar, luego de un tiempo ejerciendo su oficio como obispo de Hildeseheim, la Abadía de Essen, dando entonces a origen a la famosa y actual ciuda de Essen. Igualmente, su gran popularidad entre los fieles cristianos, se le atribuye a que sería quien motivó a la construcción de la catedral que estaría dedicada a la Virgen María, ubicada en Hildeseheim.
San Altfrid llegaría a construir también un famoso convento para sacerdotes, quienes se dedicaban laboriosamente al servicio religioso, y otras actividades cristianas como ayuda a los pobres y al prógimo, y la educación en la fe. Además, se le atribuye también a este famoso obispo de Hildeseheim, haber sido un gran maestro espiritual para muchos sacerdotes apostólicos, y sería considerado de igual forma como un director espiritual de su propio pueblo.
Fue amado por todo el pueblo durante todos sus años de vida y servicio como obispo de Hildeseheim. Algunos escritos suponen que su muerte se debería al martirio.
