Santo Domingo de Guzmán. Nacido en España en el año 1171, llegó a convertirse en el fundador de los conocidos Padres Dominicos. Es el santo que la Iglesia Católica conmemora el día 8 de agosto.
Durante su adolescencia, iría a vivir junto con un tío cercano a él, quien era sacerdote en Palencia, y se dedicaría de manera muy dedicada al estudio y al trabajo. Una de las pasiones más grandes que tendría Santo Domingo de joven, era el estudio y la lectura de los libros religiosos, además, dedicaba parte de su preciado tiempo libre a la atención de pobres y necesitados.
Eran tiempos difíciles en aquel entonces, y mucha gente pasaba hambre, y suplicaba por pan y ayuda para poder sobrevivir las largas hambrunas. Santo Domingo era uno de los jóvenes que más ayuda prestaba a aquellas personas necesitadas de una mano. Vendió todo para ayudarles, todo lo que le fuera posible aunque él llegara a quedarse sin nada, y ocurrió. Su última pertenencia de valor, eran sus preciados libros, los cuales eran copiados a mano, muy costosos y difíciles de conseguir, aun así, los vendió con una sonrisa, pues era a favor a quienes más necesitaban de él.
Durante sus viajes, que realizaría tiempo después, Santo Domingo, acompañado de su obispo por el sur de Francia, se percató de la gran herejía que se expandía por todas las regiones, y hacía que las almas de los ignorantes, vivieran en un gran mal sin ser conscientes de ello. También notaría que la vida de los misioneros católicos de la región, no sería la más adecuada y mucho menos, santa, cosa que impedía la conversión de muchas almas. Es así como idea una forma de misionar diferente y efectiva.
Santo Domingo conseguiría el apoyo de varios compañeros misioneros, para comenzar a misionar siendo parte del pueblo, viviendo la pobreza como uno más, ganando la confianza de los necesitados y de las almas que buscaban salvarse del pecado en el que vivían, y lograría grandes conversiones.
